NUESTRA PRIMERA TABLA DE CORTAR
Nuestra primera tabla de cortar.
Yo no soy una gran cocinera, apenas llego a “mediana” de hecho, pero quiera o no la tabla de cortar la utilizo, la utilizamos, para cualquier cosa que hagamos en la cocina.
De madera tuvimos varias pero son imposibles de mantener limpias, no somos capaces de quitar las manchas, algunos olores tampoco y acaban abombeandose y abriéndose por la humedad. De las de plástico ni hablamos, deberían estar prohibidas por el bien de nuestra salud y del medio ambiente.
Leímos lo importante que es no trasladar las bacterias de un alimento a otro, lo ideal sería utilizar una tabla para cada tipo de alimento y sinceramente tener una tabla para cada tipo de alimentos no es operativo!
Un día llegó mi marido del trabajo con una muestra de Corian, un cuadrado de 15x15, diciéndome que este material era fantástico: no es poroso, no coge olores, se limpia fácil, le puedes dar la forma que quieras y encima resiste a los cortes. Y se puso a cortar unas rodajas de chorizo! A continuación limpió la tabla y me la enseñó. Le pregunté ¿Dónde esta el truco?…no es apto para los alimentos o que???…pero que va, si es el material que se emplea en los hospitales para mostradores, lavabos, etc. porque es muy higiénico!
En cuanto empece a utilizarla no quise volver a las otras! ¿Dónde esta la tabla buena? preguntaba yo. Imagínate la “tabla buena”: un cuadrado de 15x15cm!
Pues estuvimos unos meses utilizando este cuadrado, pidiendo a mi marido a diario que por favor hiciera una “tabla de verdad”. Y un día, en nuestro garaje (ostras, igualito que Steve Jobs y Bill Gates!!!), con las herramientas de abordo y con muchas ganas de...que me calle ya, se puso manos a la obra y me vino con esto:

Hoy en día, yo que no quería 20 tablas en la cocina, tenemos casi una de cada modelo… y seguimos utilizando “la tabla madre”!